La situación geopolítica no se debilita, pero ya tiene graves consecuencias. Según algunos economistas, este es el fin de la globalización. Dijeron esto porque incluso si el conflicto en Europa del Este termina, habrá una relación entre los actuales aliados y adversarios que no se revertirá fácilmente. Además, los mercados mundiales de productos básicos ya están en crisis porque muchos países buscan crear sus propias cadenas de suministro nacionales. El mayor impacto se siente en el sector energético, particularmente en Europa, ya que busca reducir su dependencia de Rusia en cuanto al suministro de petróleo y gas. Pero si Rusia realmente reduce sus suministros, algunos economistas dicen que Europa, que ya está al borde del abismo, podría caer en una recesión total. La agricultura y los metales no ferrosos también se han visto afectados por las crecientes tensiones geopolíticas.

Muchos economistas y analistas de mercado también ven una tendencia creciente, donde los países que desconfían de los EE. UU., así como de sus aliados occidentales, comienzan a reducir su dependencia del dólar estadounidense. Pero el USD representa aproximadamente el 60% de todos los activos de reserva mundiales en este momento, por lo que es probable que pasen décadas antes de que EE. UU. pierda su estatus de moneda de reserva. Sin embargo, esto no impedirá que los gobiernos y los bancos centrales diversifiquen sus activos ahora.

Los países no solo están tratando de aislarse a través de la diversificación, sino que es probable que el desarrollo de las cadenas de suministro nacionales conduzca a precios al consumidor más altos.