Ayer, el mercado del oro pasó por una montaña rusa. En el curso de la negociación, el activo mostró un crecimiento impresionante, pero luego todo cambió en un instante. El discurso del presidente de la Fed de Estados Unidos asestó un golpe aplastante al metal precioso.

Uno de los principales factores que influyen en el precio del oro es la nueva cepa de coronavirus descubierta en Sudáfrica la semana pasada. El martes, el director ejecutivo de Moderna, Stephane Bancel, cuestionó la eficacia de las vacunas existentes contra Omicron.

También sugirió que llevaría meses desarrollar y producir en masa una vacuna que se dirija específicamente a la variante Omicron que no se ha estudiado bien.

El comentario de Stephane Bancel provocó pánico en el mercado de valores estadounidense, que se había recuperado del impacto del día anterior. El lunes, los índices bursátiles cerraron con ganancias, pero cayeron bruscamente el martes.

Tras el alarmante pronunciamiento del jefe de Moderna, los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron bruscamente hasta el 1,480%.

En medio de un escape masivo de los activos de riesgo y la caída de los rendimientos de los bonos, el oro pudo romper la marca clave de $1,800 y subir a un máximo intradía de $1,811.40 por onza.

Además, el activo se vio respaldado por datos económicos débiles en EE.UU. En noviembre, el Índice de Actividad Empresarial de Chicago, que se considera el principal barómetro empresarial de la región, descendió a su valor más bajo desde febrero de 2021 y ascendió a 61,8 frente a 68,4 en el mes anterior.

La confianza del consumidor en EE.UU. también se debilitó. El indicador cayó de 111,6 en octubre a 109,5 en noviembre. Este es el cuarto descenso en los últimos 5 meses.

A pesar de una serie de factores positivos para el oro, su triunfo no duró mucho el martes. El metal precioso cayó inmediatamente después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos testificara ante el Senado. En medio de un tono agresivo del discurso de Powell, las cotizaciones del oro cayeron en picada desde el máximo diario en casi $35.

Jerome Powell dijo que sería apropiado que el banco central considere acelerar la reducción de sus compras de activos durante la próxima reunión para completar el proceso unos meses antes de junio.

Destacó un ritmo constante de recuperación económica de EE.UU. y, en particular, las estadísticas optimistas del mercado laboral y los sólidos datos de gasto.

Sin embargo, el presidente de la Fed hizo especial hincapié en la creciente presión inflacionaria. Jerome Powell dijo que la inflación podría no ser temporal, y agregó que el riesgo de un aumento persistente de los precios es cada vez mayor.

El anuncio de Jerome Powell sobre una posible aceleración del endurecimiento de la política monetaria provocó una rápida caída de los precios del oro. El martes, los futuros de febrero cayeron un 0,5%, u $8.70, cerrando la sesión en $1,776.5 la onza.

Noviembre no fue un buen mes para el oro. Durante el mes, el activo cayó un 0,4%. La semana pasada fue la peor, ya que el oro perdió un 3,6% de su valor. La reelección de Jerome Powell como presidente de la Fed fue el principal factor que pesó sobre el oro.

Ayer, el presidente del banco central confirmó los temores de los inversores sobre la postura agresiva de la Fed, lo que hizo que la agenda del regulador para la próxima reunión fuera bastante sencilla. Se espera que la Fed discuta su política monetaria del 14 al 15 de diciembre.

Algunos expertos creen que la declaración de ayer de Jerome Powell predeterminó la dirección del oro para los próximos meses. Sin embargo, otros especialistas tienen una visión más optimista.

"Los principales impulsores del oro serán el simple hecho de que la Fed no puede avanzar mucho en el camino hacia la normalización de las políticas sin colapsar los mercados financieros o chocar contra la pared de ladrillos de los costos del servicio de la deuda. Una vez que los inversores se den cuenta de esto, el oro se fortalecerá", dijo el analista Brian Lundin.